martes, 9 de junio de 2020

Entrevista a Santiago Lorenzo






Rara es la persona apasionada por los libros que no conozca o no haya oído hablar en alguna ocasión del escritor Santiago Lorenzo y su novela "Los asquerosos" (Blackie Books), el gran éxito editorial de estos dos últimos años. Sucede también, que la Casa de la Lectura de Segovia siente un gran cariño por esta novela, y como tal,  no podíamos dejar la ocasión de charlar con su autor. 
Os dejamos transcrita, la entrevista telefónica que tuvo lugar el pasado Jueves 4 de Junio de 2020.
Gracias Santi, por tu tiempo y por compartir tus palabras con nosotros :)


1-Comenzaste tu singladura siendo un hombre urbanita, aunque nacido y criado en Portugalete (Bizkaia), al lado del mar. Luego te fuiste a vivir a Valladolid, después marchaste a Madrid a trabajar en el cine y, ahora vives, desde hace unos pocos años en una pequeña aldea castellana, cultivando tu propio huerto ¿Cómo ha transcurrido toda esa metamorfosis en tu vida? 
Yo me considero un horticultor "intruso", algo así como un "impostao". Es y está siendo apasionante en realidad, como todo cambio. Yo he vivido en cuatro sitios, y cada uno es muy distinto al otro. Es una manera de hacer vacaciones, cambiar un poco de vida cada diez años. En definitiva, podríamos llamarlo algo así como "varianzas". Yo necesito hacer un cambio cada cierto tiempo, debe ser que lo necesito porque cuando quiero darme cuenta me digo -¿Y qué hago yo aquí?-

2-¿Influye por lo tanto en ti el paisaje para hacer estos cambios?
No, a mi el único paisaje que me influye es el de una pared blanca delante. Lo que realmente te resta es que el aire esté sucio, como sucede en Madrid, lugar al que seguro no volvería, o por lo menos no tiene ninguna pinta. Para empezar yo no volvería a ninguno de los sitios en los que he vivido. Esta mañana, concretamente, me estaba acordando del Mercado de Barceló en Madrid, cerca del metro de Tribunal. Es una edificación en todo el centro, es un mamotreto fuera de escala, objetivamente feo, y sucede como si cada vez me encontrara con más mercados de esta índole en Madrid. 

3-¿Has descubierto algo de ti en estos últimos años que te haya aportado más libertad?
He confirmado que puedo estar muy, muy solo. Podríamos llamarla "la soledad autoelegida", y sobre todo que no desentono en el campo, eso sí que me ha gustado de mí, desde mi punto de vista. Igual llega el pastor de mi pueblo y dice-¡mira ese! cómo desentona-, pero tengo la impresión que si viene alguien de fuera y me ve, va a decir-¡mira un labriego, segoviano!-lo cual me va a llenar de orgullo. 


4-Viviendo en la naturaleza y viniendo de la ciudad, ¿cómo concibes el tiempo ahora, de una manera circular, plana, estática?
Pues es que a mí siempre me ha sobrado mucho tiempo. Mira, como ejemplo, trabajé dos meses en una tienda 24 horas, y hubiera preferido pasar hambre a tener que madrugar. Para mí siempre ha sido como un "continuón" y nunca he diferenciado entre fines de semana y lunes, días laborales y no, siempre ha sido lo que te decía un "continium". Y cuando a veces has preferido pasar hambre a madrugar, ha pasado que-¡he pasado hambre!-

5-En una de las presentaciones de tu libro "Los asquerosos", a la que tuve ocasión de acudir, citaste al escritor Sergio del Molino, y su ensayo titulado "La España vacía, viaje por un país que nunca fue", un libro que ha influido en tu obra. ¿Crees que esta crisis declarada por el Covid-19 podría llevar a más gente a asentarse en este "desconocido y paraíso perdido" como es la Castilla despoblada?
Pues yo supongo que habrá una oleada de entusiasmo campero, pero que a la larga, a la gente, se le van a pasar las ganas porque aquí no hay quién aguante. Para vivir apartado o aislado, como para vivir en "urbanazo", o en la Quinta Avenida, hace falta un perfil determinado, y abunda mucho más el perfil de la persona que quiere vivir en Chamberí o en Alcorcón, que el perfil de la persona que quiere vivir en Matalahebra. También sucede que hay mucha gente que no está a gusto donde vive. Se ha anunciado en diferentes portadas de dominicales que va a haber una febrícula por volver al ambiente rural, pero ya lo iremos viendo....

6-Hace poco más de un siglo nos endiñaron el apelativo de Gripe española a una pandemia que convivía con la censura militar por la Gran Guerra (1914-1918), o la Leyenda Negra, esa historia de odio a España. ¿Consideras que podría haber influido para que exista cierta crispación entre nosotros?
A mí siempre me ha llamado la atención que en este país, en este solar, se dan las condiciones para que estuviéramos todos muy bien, y parece como si la Historia dijera lo contrario. Ahora se miran con gran nostalgia los años ochenta y noventa. Si fijamos la vista atrás y nos vamos al siglo XIX vemos que sucedió de todo, con índices elevadísimos de corrupción, cambios de gobierno, guerras internas... yo no sé, yo espero que no vayamos a todo eso, es más, yo estoy seguro que no va a volver nada de eso. Los males que van a venir van a ser biológicos, aquellos en los que no interviene la mano humana, como este virus. Cuando vives en un pueblo, como yo, tienes una visión optimista de las cosas. 

7-Cuando acabe el confinamiento, ¿podremos mirar el mundo con otros ojos?
Hay gente que aprovecha cualquier acontecimiento nimio o grave para revisar su visión del mundo todos los días y, gente que no tiene ninguna gana de revisar nada porque es un zopenco. Esa secuencia va a continuar, y esa diferencia de volúmenes de atención frente a los cambios cotidianos entre unos miembros de la sociedad y otros va a seguir. Sí es verdad que quienes siguen los acontecimientos, quienes están mirando cómo aparece la mar esa mañana, y ver cómo pueden navegar, y se encuentran con un "movidón" como ha sido este del Covid, van a llegar a mejores conclusiones que los que viven como mis lechugas, es decir "vegetando".

8-Santiago, tú eres un gran defensor del lenguaje escrito y hablado. ¿Eres de los que considera que se está perdiendo la belleza de las palabras en estos tiempos de inmediatez y fácil consumo de la información?
No, no creo, es imposible perder esa belleza. Estamos justo en lo de antes. Si va a suponer un cambio de perspectiva lo del Covid, pienso que siempre habrá gente que la va a mantener y gente que no. Yo llevo oyendo desde que era pequeño aquello de que el lenguaje se está malversando, que cae en el olvido, de hecho hay infinidad de palabras nuevas, como puede ser "viejuno". Te pongo un ejemplo sobre la riqueza de las lenguas y sería la de encontrar una palabra en castellano que equivalga a la euskerika "gaupasa", que consiste en que se te haga de día, yendo de marcha. 
"Gaua" es noche, y "pasa" de pasar-pasar la noche-. 

9-Sabemos de tu afición por las maquetas, ¿hacen que ralenticen tus biorritmos?
No puedo aplicar el concepto de biorritmo a mi vida. Cuando yo vivía en la calle Fuencarral en Madrid, me sucedía lo mismo, vivía en todo el centro y no entendía las diferencias de horarios ni nada de eso. Yo tengo una relación con las maquetas desde pequeño, y me apasionan las maquetas con temas bélicos, aunque objetara a la mili en su momento. Es de hecho la manifestación artística de peor prestigio, la de peor fama. Esas maquetas que yo hago, después van a cajas de zapatos, tal cual. Esas maquetas tienen un reverso algo oscuro, como dijo Borges-"todo pecado lleva su virtud y al revés"-yo encuentro las maquetas apasionantes. Hace años hice una Exposición de maquetas y objetos de atrezo y fue una gozada, y esa parte de mí si las guarda aparte, sí las enseña.

10-¿Cómo es ahora tu relación con el cine tras años dedicándote al séptimo arte?
Hoy he soñado que había que rodar planos nuevos de una película que hice hace doce años y, ha sido bastante azaroso el sueño. Además todo el tiempo estaba con la idea de que hace doce años se rodaba de una forma y ahora es otra. El cine cambia todo el tiempo. Ha sido un sueño un tanto agobiante, y lo último que recuerdo es que estaba subido a una escalera intentando mangar unos focos porque era un rodaje como de extranjis, y una vez que tenía los focos en lo alto de la escalera, decía-"sí, qué bonito, ha sido fácil subir pero ahora cómo bajo con todo estos aparatos encima"-, y justo ahí he pensado-"y no te olvides de conseguir la claqueta"-, entonces he despertado. 


11-Santiago, dinos tu película favorita o que te hubiera gustado rodar.
Yo soy muy poco de fantasear con ser otro, la verdad, pero dentro de que las grandes películas de la historia son impepinablemente las que son, alguna de Alfred Hitchcock, de Billy Wilder, Orson Wells, Spilberg..., a mí hay una película que me vuelve loco y es de las que se cita poco. Es una película popular que todo el mundo conoce, pero que nunca aparece en las listas de las grandes películas y es "La gran evasión" (1963) de John Sturges. Esa película me parece un prodigio de inventiva. Luego hay otra que se cita también muy poco de un director así un poco oscuro que se llama Mark Robson que fue la última película que rodó Humphrey Bogart, con el título "Más dura será la caída" del año (1956).






12-¿Echas algo de menos de la gran ciudad?, ir al cine por ejemplo.
Yo no iba casi nunca al cine, para mí es un acto muy privado, muy íntimo, no me gusta nada ir con gente. Una temporada cogí la costumbre de ir a las cuatro de la tarde los martes, a una sala de quinientas butacas en la Gran Vía, en los Cines Luna, ahora esa sala se ha convertido en un gimnasio...

13-Una novela, un ensayo, un poema...
"Werther" de Johann Wolfgang von Goethe 

14-¿Y, un acontecimiento histórico?
La Guerra de Cuba de 1898.



Entrevista realizada por Beatriz Canabal para el Blog de la Casa de la Lectura-Biblioteca Municipal de Segovia, 04 de Junio de 2020.

                 
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